Mucho ruido para pocas nueces
Inspirada en el ingenio y la agudeza de William Shakespeare, esta comedia teatral retrata a una familia en plena efervescencia emocional. Cada integrante lidia con sus propios conflictos personales y dudas existenciales, mientras observa —y a veces interfiere— en la vida de los demás, intentando ayudar desde su limitada perspectiva de lo correcto y lo incorrecto. En medio de este caos afectuoso, los malentendidos, las diferencias de opinión y las fricciones típicas de la adolescencia se vuelven inevitables. Una comedia entrañable y reflexiva sobre crecer, equivocarse y amar, que invita a ser representada con el corazón.
FRAGMENTOS DEL LIBRETO:
MASSIMO: ¿Te burlas de un trabajo tan sútíl e impecable como ese?. ¿Entonces crees que puedes
hacerlo mejor?, pues a ver si te atreves, además has leído fatal, no sé si llorar o convertirme en un
avestruz y meter la cabeza bajo tierra para no escuchar tus chillidos. ¡Dame eso!.
ANGELO: Vale, vale, perdona de veras, sabes perfectamente que eres el mejor en esto y necesito
que me eches una mano. Yo te ayudo con el cultivo de las uvas y tú me ayudas a escribirle poemas
a Elena, ¿trato?.
MASSIMO: (Dudoso, al final accede y se dan la mano) – está bien, pero déjame enseñarte como se
lee – (Empieza a lleer y se queda impresionado con el sentimiento que este pronuncia cada
palabra) -.
ANGELO: ¡Woow!, me has dejado perplejo la verdad, cada palabra ha cobrado vida para mí. Oye,
¿sabes que en la ciudad suelen hacer concursos de poemas?, apúntate a alguno, no dudo que
puedas ganar a la primera. Te lo digo muy en serio hermano.
MASSIMO: ¡Claro, cómo no se me había ocurrido antes! -(Hace una pausa) – Pero no ves que en
esta familia todos debemos tener ojos para los viñedos, y nada más. No lo sé, he pensado mucho
en ello. Incluso, he decidido irme el próximo año.
ANGELO: ¡Pues hazlo!, Atrévete, no vas a perder nada, y si no te gusta, siempre tendrás la
oportunidad de regresar, o probar otras cosas, pero la experiencia ya la vas a tener.
MASSIMO: ¿Tu crees?.
ANGELO: Mira, es cierto que en mi caso, es todo lo contrario, amo estos viñedos, estas tierras,
desde que empecé a jugar en ellas. Cada día me despierto y cada instante tiene sentido, eso es lo
mejor que me ha pasado, y saber que tú sientes lo mismo trabajando aquí, me da mucha pena.
¡Tienes que intentarlo!.
MASSIMO: (Mirando fijamente a su hermano) – Gracias Angelo. Lo haré. PERO VOY A ESPERAR, HASTA DESPUÉS DEL FESTIVAL.
ANGELO: Bien pensado, ahora vamos, que nuestro padre debe estar buscándonos como loco.
ESCENA V: Llega Nicole, se ve cansada, lleva una libreta en la mano, un lápiz.
NICOLE: ¡Diooos!, esto de ser la mayor, ¡es agotador!, me voy a volver loca. A ver, en la parcela
número 1 se trató el problema de las orugas, en la número 2 todo está controlado, llamar al
distribuidor para recoger las botellas del depósito, entregar las llaves hasta el viernes, acordar con
el transportista el traslado de los barriles al nuevo depósito, pagarle al especialista, organizar a mis
hermanos para el festival -(Hace una pausa)- organizar... a mis hermanos...para el festival.
Estupendo, estupendo si, son de gran ayuda.
(APUNTA VARIAS COSAS EN LA LIBRETA)
NICOLE: Vamos allá. ¡Chicos, chicaaas!, ¡Venid aquí inmediatamente! -Mientras cuenta en voz alta
sigue escribiendo)- Diez, nueve, ocho, siete, seis cinco cuatro, tres , dos, uno – (Aparecen TODOS).